Enfermedad de Lyme en perros
garrapatas son portadores de muchas enfermedades, como la enfermedad de Lyme, una infección bacteriana que ahora es muy fácil de tratar, pero que puede provocar trastornos físicos y nerviosos a largo plazo. Esta enfermedad, también llamada borreliosis, afecta tanto a los animales como a los seres humanos. Para proteger a su perro de una infección, su veterinario pone a su disposición tratamientos preventivos y curativos. Estos son algunos consejos para detectar la enfermedad de Lyme en su perro.

¿Qué es la enfermedad de Lyme?
La enfermedad de Lyme, o borreliosis, es una enfermedad infecciosa causada por Borrelia burgdorferi, una bacteria Transmitido por garrapatas de una sola especie en particular: la Ixodes ricinus, también llamada «garrapatas de madera». De hecho, las garrapatas son pequeños ácaros de la familia de los arácnidos, que se alimentan de sangre y se adhieren a la piel de sus víctimas.
La enfermedad de Lyme también se denomina zoonosis, que es una enfermedad que se transmite de los animales a los humanos, al igual que la rabia o toxoplasmosis, por ejemplo. Por lo tanto, puede afectar a muchos animales, perros y gatos, al igual que al resto de la familia. Su nombre se remonta a los años 70, cuando se descubrió la enfermedad en la ciudad de Lyme, en Estados Unidos.
Las garrapatas de la madera se encuentran en todas partes de Francia, pero particularmente en el norte y el este del país. Es más fácil que las piquen en el campo, tanto en los pastos altos como en los prados, porque las garrapatas se encuentran en las hojas caídas y en las plantas cercanas al suelo. Las ciudades también son zonas de riesgo, en parques y jardines. Hay que estar especialmente atento desde la primavera hasta el otoño, sin bajar la guardia por completo en invierno.
La enfermedad de Lyme se transmite a través de una picadura en el torrente sanguíneo del animal. Aunque es fácil de tratar, puede afectar a varios órganos y provocar numerosas discapacidades físicas y mentales a largo plazo, principalmente:
- Problemas cardiacos
- Trastornos del sistema nervioso
- De enfermedades de la piel
Síntomas de la enfermedad de Lyme en perros
La dificultad de la enfermedad de Lyme radica en reconocer sus síntomas, que pueden parecer leves o pueden ser característicos de otras enfermedades.
Cuando su perro se ve afectado por la enfermedad de Lyme, puede mostrar varios signos:
- Fiebre
- Pérdida del apetito
- Vómitos
- Una deducción general
- De la anorexia
- Dolor articular (artritis o poliartritis): su perro cojea y la zona afectada está caliente e hinchada
- Dolor muscular
- Ganglios linfáticos grandes
En la tercera etapa, pueden presentarse problemas más graves: lesiones musculares, trastornos nerviosos, un defecto cardíaco o incluso un insuficiencia renal.
Los síntomas se presentan en ataques que duran unos pocos días, mucho después de la infección, en promedio entre 2 y 5 meses después de la picadura. Estas convulsiones intermitentes pueden presentarse con uno o más síntomas al mismo tiempo. Este es quizás el signo más representativo: si tu perro cojea o se siente muy cansado durante varios días antes de mejorar y recae un poco más tarde, pide una cita con tu veterinario.
Para detectar la enfermedad de Lyme, los veterinarios pueden realizar análisis de sangre. También es posible detectarla mediante serología, una punción articular o una PCR (reacción en cadena de la polimerasa), una prueba de ADN que permite diagnosticar diversas enfermedades infecciosas. Es posible que se requieran otras pruebas de laboratorio específicas para determinar qué órganos en particular se han visto afectados.

¿Cómo se trata la enfermedad de Lyme?
Tratamientos preventivos
El mejor tratamiento para la enfermedad de Lyme es, por supuesto, la prevención. Las garrapatas transmiten muchas otras enfermedades de las que es necesario protegerse, como piroplasmosis, una enfermedad parasitaria que puede tener consecuencias muy graves o incluso mortales en los perros.
Para prevenir las picaduras de garrapatas, existen muchos productos para el control de plagas que se pueden usar durante todo el año:
- Pipetas o tapones, para aplicar directamente sobre la piel, el cuello o la espalda del perro, donde el perro no pueda lamerse (de hecho, el producto es muy tóxico).
- Los collares, que actúan directamente en contacto con la piel de forma gradual, son muy eficaces a largo plazo.
- Tabletas, una solución reciente que también puede actuar sobre los parásitos internos.
No todos los tratamientos antiparasitarios son aptos para los mismos perros. De hecho, el estilo de vida de su acompañante influye principalmente en la elección del producto. Las pipetas, por ejemplo, son menos recomendables para los perros que viven mucho tiempo al aire libre y en zonas húmedas. De hecho, nadar o incluso llover hacen que el producto sea ineficaz. Además, no todos los perros reaccionan de la misma manera a los tratamientos, por lo que tendrás que adaptarte.
Hay un vacuna contra la enfermedad de Lyme, muy recomendable para perros de caza en particular, que salen a pasear por la naturaleza todos los días. La vacuna contra la borreliosis puede formar parte del Vacunación primaria de cachorros, a partir de las 12 semanas. Sería necesario un recordatorio anual para lograr una eficacia óptima, especialmente antes de que llegue la primavera.
Las acciones correctas para eliminar una garrapata
Debes revisar el pelaje de tu perro después de cada paseo para eliminar la garrapata lo antes posible. Ten cuidado, si quitas una garrapata de forma incorrecta, solo podrás extraer el cuerpo y dejar la cabeza dentro. Por lo tanto, nunca extraiga una garrapata con las manos desnudas, con unas pinzas, con éter o incluso con una solución alcohólica. En su lugar, utilice pinzas o ganchos para garrapatas diseñados especialmente para extraer la garrapata con suavidad. Gira las pinzas en sentido contrario a las agujas del reloj y luego desinfecta la zona.
Tratamientos curativos
Afortunadamente, la borreliosis se trata muy fácilmente con antibióticos, un tratamiento que debe tomarse durante varias semanas. Su veterinario también puede recetarle antiinflamatorios, en caso de que su perro sufra de dolor muscular o articular.
Otros productos antiparasitarios, como los aerosoles y los champús, son eficaces para tratar a los perros que ya están infestados por garrapatas y funcionan de forma curativa. Sin embargo, no curan la enfermedad de Lyme.