Leishmaniasis en perros
La leishmaniasis en perros es una enfermedad parasitaria causada por mosquitos, más precisamente por flebótomos, y que puede ser mortal si no se trata a tiempo. Por lo tanto, para evitar un resultado tan dramático, primero debe detectarse y luego tratarse adecuadamente. Ley La salud de tu perro depende de ello. ¿Qué es la leishmaniasis? ¿Cómo nos infecta? ¿Cómo curarlo? Desencriptar las diferentes etapas de la lucha contra este parásito, que también puede afectar al ser humano.
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¿Qué es la leishmaniasis en los perros?
La leishmaniasis es una Enfermedad del perro crónico con manifestaciones cutáneas y/o viscerales. En pocas palabras, se trata de un parásito diminuto (Leishmania Infantum) que se transmite por la picadura de un mosquito que se alojará en determinadas células del perro. Este parásito se identificó por primera vez en humanos en el Instituto Pasteur de Túnez en 1908. La transmisión a los animales se produce a través de los mosquitos, que a su vez son infectados por este parásito. Entonces comienza la propagación de la enfermedad: una vez infestada, la perra puede transmitir la enfermedad a otros perros, por contacto o durante la lactancia en la hembra. Los perros más vulnerables a la leishmaniasis son los más débiles, es decir, los perros viejos, los perros enfermos o los cachorros. Sin embargo, algunas razas están más expuestas que otras: los Boxeador está bastante predispuesto a la enfermedad, mientras que el Podenco la resiste más fácilmente. Al igual que ocurre con la tiña, los perros pueden ser portadores asintomáticos de la enfermedad.
El mosquito en cuestión se llama flebotoma. Es un insecto bastante nocturno, que pica en las orejas, las patas y el hocico. Las leishmanias (parásitos) se propagan a través de las células de los distintos órganos del perro, antes de atacar el sistema inmunitario. Estos mosquitos se encuentran principalmente en el Mediterráneo, alrededor de Francia, Italia y España, aunque en ocasiones se extienden a otras regiones del continente europeo. La contaminación se produce principalmente en un período de 6 meses, de abril a octubre, y en zonas urbanas. Aún es mejor prestarle atención ya en marzo, siempre que el clima ya sea agradable en esta época del año.
Cómo prevenir la leishmaniasis en perros
La prevención de la leishmaniasis en los perros es fundamental. Por lo general, se puede hacer de dos maneras. Ya sea mediante la aplicación escrupulosa de agentes antiparasitarios externos que sean eficaces contra la mosca de arena (los collares Seresto y Scalibor son los más eficaces), o mediante la vacunación. Entonces será necesario hacer Vacunar al perro mediante la vacuna Letifend, que requiere una sola inyección al año, con dos refuerzos. Durante el primer año de vacunación, considere la posibilidad de someter al animal a pruebas de detección de la leishmaniasis. El perro debe tener al menos 6 meses para recibir la vacuna.

¿Qué eficacia tiene la vacuna contra la leishmaniasis en perros?
Desafortunadamente, las limitaciones de la vacuna son que no siempre es totalmente eficaz. Aunque reduce el riesgo de infección y la gravedad de los síntomas, si se infecta, no detendrá por completo la acción de los parásitos.
Además, y debido a que el flebótomo es, por lo tanto, un mosquito nocturno, traer al perro al caer la noche puede evitar que corra un riesgo. En casa o cerca de él, es mejor mantenerlo alejado del agua estancada, como la de una jardinera, por ejemplo. Otra solución: el uso de repelentes contra este tipo de insectos.
La importancia de la desparasitación
La desparasitación también es obligatorio para proteger a su perro contra los parásitos internos. Es una parte integral de la prevención de la leishmaniasis. Antes de administrar un desparasitante, es necesaria una consulta en un instituto veterinario porque los tratamientos son diferentes y no protegen en absoluto. Algunos incluso pueden resultar peligrosos para el animal. Dado que la leishmaniasis es una enfermedad zoonótica, también se transmite de animales a humanos. Por último, es recomendable evitar que un perro sea positivo para la enfermedad porque podría transmitirla a su cachorro. A excepción de la vacuna, los animales enfermos o infestados deben recibir las mismas medidas preventivas.
Todas estas prevenciones son esenciales si vives en el Mediterráneo o si tienes la intención de ir allí.

Cuáles son los síntomas de la leishmaniasis en perros
Los síntomas de la leishmaniasis en perros son muy numerosos, tanto que a veces es difícil discernir si se trata realmente de la enfermedad o no. Sin embargo, una vez que la enfermedad ha entrado en las células del animal, ciertos signos pueden guiar a los dueños de perros a la hora de saber si su animal está infectado o no. Si el perro pierde el pelo y tiene la piel dañada con costras y diversas lesiones alrededor de la nariz, los ojos, el hocico o las orejas, puede ser positivo para la enfermedad. Las garras muy largas y los ganglios linfáticos grandes en la zona de la axila o en el músculo poplíteo también pueden indicar la presencia de la enfermedad. La caspa, la pérdida significativa de peso, las hemorragias nasales en ambas fosas nasales o la cojera también deberían alertarlo sobre la posibilidad de que los animales contraigan leishmaniasis.
Atención: la leishmaniasis puede ocurrir entre varios meses y varios años después de la infestación del parásito. Por lo tanto, es necesario tomar la iniciativa y anticiparse para poder intervenir mientras aún haya tiempo. Si observa alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es posible realizarle una prueba de detección. En el veterinario, cuanto antes mejor. Tenga en cuenta que la leishmaniasis es una enfermedad incurable. Esto no tiene consecuencias para los animales asintomáticos, por otro lado, pueden transmitirla a otros animales que declararán la enfermedad y, por lo tanto, tendrán dificultades para deshacerse de ella, pero podrán hacer frente adecuadamente al tratamiento adecuado.
Diagnóstico de leishmaniasis en perros
Solo hay una alternativa viable para diagnosticar la leishmaniasis en perros y está disponible en el veterinario. Este diagnóstico se realizará mediante un análisis de sangre rápido, con el resultado en unos quince minutos. Sin embargo, el veterinario puede invitarlo a validar el resultado con una prueba de PCR que se realizará en un laboratorio externo.

Tratamiento de la leishmaniasis en perros
El tratamiento de la leishmaniasis puede ser largo y caro, pero es la respuesta esencial a esta enfermedad para recuperar una buena salud. Con un nuevo análisis de sangre, el veterinario examinará el estado de los riñones del perro para saber si podrá soportar el tratamiento o si será necesario infundirlo primero para restablecer la función renal. Una vez que los riñones están en buen estado, comienza el doloroso tratamiento de la leishmaniasis, a sabiendas de que ésta en sí misma puede ser perjudicial para los riñones. En otros casos, se realizará una punción en un ganglio linfático o en la médula ósea del perro.
Es difícil vivir con este tratamiento para su animal, además de no tener una cura permanente. A veces se toma una decisión crucial, en consulta con el veterinario. Si este último considera que el perro aún puede arreglárselas, se le aplicará el tratamiento. Durante este tratamiento, será necesario administrar inyecciones en el veterinario, así como medicamentos en tabletas. De este modo, los síntomas de la enfermedad podrán aliviarse y su animal podrá continuar con una vida normal, a pesar de las posibles recaídas que conlleven a nuevas consultas veterinarias. Tenga en cuenta que en Francia, el tratamiento básico consiste en una inyección de glucantime, una vez al día durante 3 o 4 semanas. El alopurinol también debe administrarse por vía oral, al principio durante 30 días, antes de continuar una vez a la semana de por vida. Para los valientes que estén listos para viajar a España, existe un tratamiento eficaz contra la leishmaniasis, llamado Milteforan, que se administra una vez al día con alimentos durante 4 semanas. Además, no hay diferencia entre el precio de los dos tratamientos: el de España es mucho más barato.

En el caso de que el experto considere que la enfermedad está demasiado avanzada y a pesar del dolor que cause esta elección, la eutanasia será lo mejor para tu compañía canina: acortará el sufrimiento innecesario.
La leishmaniasis es una enfermedad muy grave e incurable que, en el mejor de los casos, ocasionalmente envenenará la vida diaria de su animal y, en el peor, terminará con su vida. Como ocurre con muchas enfermedades, es necesario tomar la iniciativa con bastante rapidez, en colaboración con el veterinario, para evitar que la situación empeore. Durante este tiempo, se deben tomar diversas precauciones en el hogar para reducir los riesgos de infección por una enfermedad cuyo tratamiento es engorroso y caro. Sin embargo, la prevención de la leishmaniasis sigue siendo el remedio más eficaz contra esta patología.