Adiestramiento canino
Los perros son animales muy inteligentes y leales que se pueden entrenar fácilmente. De hecho, el adiestramiento es necesario para proteger a los demás de su perro, pero también para proteger a su perro de los demás. Desde los albores de los tiempos, los perros han acompañado a los humanos a diario y hay muchos que, hoy en día, están entrenados para ayudarnos: perros policía, perros guía, perros de rescate, perros pastores, etc. ¡Nuestros perritos son animales con los que podemos contar y a los que les encanta ayudar! El adiestramiento canino no solo es útil, sino que también es una excelente manera de estimular a tu perro.

Adiestramiento canino: los principios
Antes de comenzar los ejercicios de adiestramiento canino, es importante entender los conceptos básicos de su funcionamiento. Las técnicas de adiestramiento han evolucionado y ahora promueven lo que se denomina educación positiva. En resumen, preferimos recompensar que penalizar, ¡y funciona! Si bien no todos los perros son receptivos al adiestramiento de la misma manera, es más fácil obtener una respuesta positiva alentándolos que castigándolos. Y, por supuesto, la crianza positiva elimina la violencia: no tiene sentido golpear a un perro o abusar de él de ninguna otra manera. El castigo físico no solo es una técnica que va en contra de toda la humanidad, sino que también es inútil y, en la gran mayoría de los casos, tu perro no entenderá la relación entre los actos violentos y el ejercicio. Ten en cuenta que los castigos (benévolos) solo son útiles si descubres a tu perro en el acto.
Los principios del adiestramiento canino se aplican a todos los ejercicios.
Coherencia
Al enseñarle una orden a tu perro, debes elegir cuidadosamente los contextos en los que se aplicará. Tu perro aprenderá a reaccionar de una forma u otra en función de lo que le hayas enseñado previamente. Así que no confundas tus pinceles y mantén siempre la misma consistencia. Elige el momento adecuado para practicar los ejercicios y aplicarlos en un contexto real.
Salud mental y física
Las sesiones de adiestramiento serán aún más agradables si su perro goza de buena salud. Asegúrese de que tenga sus vacunas al día, de que esté adecuadamente desparasitado y tratado contra los parásitos. También es mejor tratar cualquier problema de estrés, tanto en tu perro como en ti mismo. Aprovecha estos momentos para despejar tu mente y concentrarte en la calidad del tiempo que pasas con tu fiel compañero peludo.
entonación
El tono es muy importante a la hora de entrenar a tu perro. Empieza con el nombre que le diste a tu fiel amigo. ¡De hecho, tu perro responderá más fácilmente a su nombre si es corto y fácil de pronunciar! También prefiera los nombres en «i»: esta vocal es más fácil de distinguir que las demás. Usa la misma lógica para las palabras clave, que deben ser cortas y pronunciarse siempre de la misma manera. Sé firme y claro a la hora de dar una orden, y tierno a la hora de premiar a tu bola de pelo favorita.
Complicidad
Será más fácil para ti entrenar a tu perro si compartes una gran complicidad. De hecho, es importante pasar tiempo con tu amigo de cuatro patas fuera de los ejercicios de entrenamiento. Si compartes momentos de diversión y ternura de forma regular, será más fácil para ambos formar un buen equipo. ¡Incluso durante las sesiones de entrenamiento, lo importante es querer pasar un buen rato juntos!

Regularidad
El entrenamiento es una actividad que se practica constantemente, no solo durante el entrenamiento, sino también después. Cuanto más ejercicio se convierta en un hábito, más receptivo y motivado estará tu perro. Tu bola de pelo verá las rutinas como un juego, ¡y también tú mismo! Ten en cuenta que los perros necesitan de 6 a 10 semanas para aprender los primeros aspectos básicos del adiestramiento. Si te mantienes constante y constante, no perderás todo lo que has ganado más adelante.
La recompensa
¡Este es el objetivo principal de tu perro! La recompensa se puede ofrecer de dos formas diferentes: recompensa física y recompensa psicológica, es decir, por un lado, el premio, por otro lado, abrazos y recompensas orales. Las golosinas no son necesariamente rutinarias para los ejercicios cortos, pero recuerda siempre elogiar a tu perro y darle al menos un premio al final del ejercicio.
Los comandos básicos para adiestrar a tu perro
Algunos comandos básicos son esenciales para empezar a entrenar a tu perro:
- «Sentarse»
- «Tumbado»
- Una palabra para detener un ejercicio o cancelar un pedido (una palabra de tu elección, como «está bien», «listo», etc.)
Estas órdenes son útiles para la casa, pero fuera, tu objetivo es poder viajar con tu perro con tranquilidad o pasearlo sin correa, por ejemplo. Para ello, los pedidos imprescindibles son los siguientes:
- El recordatorio
- Caminando
- «Adelante»
- «Parar»
- «No te muevas»
- «Correa» o «cobarde»
- «Buscar»
- «Saltar»
- «Traer»
- Etc.
Recuerda que debes decir la orden en un tono firme, pero sin gritar, lo que podría poner ansioso a tu perro y, por tanto, resultar contraproducente. Con el adiestramiento, tu perro te escuchará como la palma de tu mano y podrás sacarlo a pasear sin preocuparte por los peligros de los que pueda ser víctima o de los que pueda causar a los demás. Además de palabras, puedes usar gestos distintivos para cada pedido. Además, no dudes en utilizar con moderación los accesorios que te ayuden en tus ejercicios de entrenamiento: silbato, correa, clicker, etc. Muchos de estos comandos también te resultarán útiles si quieres practicar una actividad deportiva con tu perro, como el canicross o la agilidad, por ejemplo.
¿Cómo le enseño a mi perro a recordar?
Recordar es sin duda el comando más importante que puedes enseñarle a tu perro. ¡Es el que te salvará de todas las situaciones! Por reflejo, tratamos de llamar a nuestro perro solo por su nombre para recuperarlo. Solo cuando escucha su nombre, presta atención, pero también espera qué hacer a continuación. Si no le has enseñado la orden con una palabra específica, tu perro continuará con lo que estaba haciendo.
Depende de ti encontrar la palabra que mejor se adapte a ti para el recordatorio: «aquí», «ven», «al pie», etc. Decide la palabra exacta y usa siempre la misma palabra. Si asocias un gesto a esta orden, evita cualquier otro movimiento que pueda resultar molesto, por ejemplo, en caso de que tu perro no escuche. De hecho, esto podría confundirlo y el ejercicio no funcionará.
Comience el ejercicio en casa, con situaciones completamente normales. La primera vez, ambos pueden estar en la misma habitación. Usa la palabra y el gesto correctos y recompensa a tu perro tan pronto como se acerque a ti. Luego haz lo mismo desde otra habitación. Puedes seguir alejándote poco a poco de esta forma y tu perro entenderá rápidamente el eslogan. Antes de empezar fuera de casa, en un contexto real, practica el ejercicio al aire libre en un espacio grande pero cerrado si es posible. A medida que pasen los días y las semanas, tu perro acabará integrando el orden y tú podrás seguir practicando el ejercicio en público.