Transición dietética en perros

Una transición dietética, como número indicativo, consiste en pasar de un tipo de dieta a otro, cambiando los alimentos que contiene el componente. Porque se quiere cambiar la marca, el sabor, pasar de la comida seca a la húmeda, a los sueños, de las croquetas para perros a las cajas, de las cajas a las cajas de comida a las cajas, de las cajas a la comida casera o BARF... Para resumirlo en una frase: en la comida, tan pronto como haya un cambio, ¡hay una transición!

¿Por qué se debe implementar cuidadosamente una transición dietética? Simplemente porque el tiempo de adaptación de la flora intestinal de nuestros perros y gatos es mayor que en los humanos, ¡es más cómodo comer una variedad de alimentos! Así que tienes que hacer las cosas poco a poco.

Razones fisiológicas

En primer lugar, porque cuando a un animal doméstico le gusta la misma dieta todos los días, su estómago y su tracto digestivo se acostumbran a la composición de esta dieta. En este ámbito, no debemos cambiar el nombre de la flora intestinal. Está calculada por bacterias vitales que destruyen el tracto intestinal y el colon y que tienen diversas misiones:

  • descompone y ayuda a valorizar los alimentos digeribles por la viruela,
  • proporcionar energía a las células intestinales, en particular mediando la fermentación de fibras solubles,
  • fabrica vitaminas y protege contra las bacterias,
  • eliminan las toxinas y los medicamentos y ayudan al sistema inmunitario.

Se considera que influirá en el estado físico, como el bajo peso o la desnutrición, y en el estado psicológico, como la depresión o el celo.

En los seres humanos, hay alrededor de 10 000 000 de bacterias por gramo de varios kilómetros de especies... pero solo en los pedos o en los gatos, ¡solo 10 000 bacterias de 500 especies diferentes! Esto explica por qué en nuestras mascotas es el estómago el que realiza la mayor parte del trabajo digestivo. Como las intenciones son, por cierto, mucho más cortas, no hasta que se procese una gran variedad de alimentos. La flora intestinal de nuestros carnívoros domésticos es, por cierto, mucho más frágil y sensible a los cambios que la nuestra, que se adapta más rápidamente.

De hecho, cambiar la dieta en pocos días y no de forma brusca permite cambiar gradualmente la composición de los residuos tratados por la flora intestinal y limitar tanto sus alteraciones como las del tracto digestivo que se pueden derivar de ellas.

La utilidad de los probióticos

Para apoyar la transición dietética y evitar un posible desequilibrio en la flora intestinal, es posible evitar la suplementación de la dieta con prebióticos y probióticos. Estos suplementos dietéticos contienen una mezcla equilibrada de bacterias y levaduras que estimulan las bacterias que residen en el intestino.

Se debe dar preferencia a los probióticos en forma seca, que son más resistentes y fáciles de conservar, y que se «reactivan» en el tracto digestivo del animal. Se recomienda su uso todos los días durante la transición dietética, pero no de forma permanente en los intestinos durante mucho tiempo.

Los cultivos más adecuados son los siguientes: Lactobacillus acidophilus casei, Enterococcus faecium y Saccharomyces cerevisiae.

Además, algunos animales, como Fortiflora, pueden aumentar la palatabilidad de una dieta y estimular a los animales difíciles a introducir un nuevo alimento.

Una transición diferente entre Perro y Gato

Dependiendo de si tienes un perro o un gato, la transición no se gestionará de la misma manera, por la razón final de que los pedos y los gatos tienen estómagos y necesidades diferentes.

Transición in Perros

¡El perro es un animal sencillo! Para comer un alimento nuevo, basta con mezclarlo con el anterior durante un día y equilibrar las cantidades (por ejemplo, mitad y mitad) para que la dieta no sea más calórica que antes.

En Hector Kitchen, recomendamos extender esta transacción durante 15 días, incluido un mes para los animales más sensibles.

Transición in cats

Con el gato, como solo puede ser el caso, ¡es un bolsillo más complicado! No solo hay que cambiar la adaptación de la flora intestinal, sino que también hay que admitir el carácter neofobo del felino doméstico: el gato a veces se acerca a la novedad, o el que menos somos capaces de desconfiar de ella con mucha facilidad.

Puede ampliarse gradualmente al nuevo alimento, comenzando con cantidades muy pocas veces administradas todos los días, utilizando el mismo método hasta que se acostumbre. No todos los gatos tienen la misma dificultad de adaptación. ¡Así que tienes que ser astuto y paciente!

Dos pequeños consejos:

* Para cambiar los alimentos húmedos

→ añadir una capa del nuevo hummedo a la dieta habitual,

→ cuando el gato consume el nuevo alimento, puede darle el doble en una comida o tanto en dos comidas

→ ¡Después de un día o dos semanas a este ritmo, la transacción se completará!

* Para cambiar las croquetas

→ En un recipiente que contenga 500 g de croquetas habituales, voluméntese la cantidad de croquetas del día

→ distribuir en varios artículos

→ añadir la misma cantidad de croquetas nuevas al paseo

→ Estas últimas se mezclan con las croquetas viejas presentes en el recipiente, para que también limpien sus respectivos colores y puedan facilitar la transición.

→ repita la operación todos los días hasta que solo queden croquetas nuevas en stock. ¡La transición habrá finalizado!

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